Los mayores:
Groppa, Fidalgo y Tizón.
Néstor Groppa (1928-2011) |
Acá en Jujuy, en el año '55, empezamos con la revisa Tarja, donde estaban Calvetti, Busignani, Fidalgo, Pantoja y yo, y donde colaboró gente de primera línea, desde los plásticos, en especial: Spilimbergo, Castagnino, Pellegrini, Soldi, Rebuffo, Audivert, hasta los escritores como Koremblit, Requeni, Mastronardi, Castilla, que acaba de tener el Premio Nacional de poesía, Gudiño Kramer... Terminó en el año '60, justamente conincidiendo con los últimos años de Ovejero y de Galán. En el '60 comienzo a hacer una sección literaria en el diario local, Pregón, todas las semanas. Tiene desde el '80 carácter de suplemento cultural de cuatro páginas por las que ha pasado toda la gente que comenzó a escribir acá en Jujuy y tuvo oportunidad mucha gente. Después con Pliegos del Noroeste, yo tenía el plan de agrupar a todas las provincias del Noroeste, a través de una revista en Jujuy. Colaboraban Ardiles Gray de Tucumán, Bazán de Catamarca, Paredes de Tarija, Araoz Anzoátegui de Salta... y yambién Rava, un buen poeta de Santiago del Estero. Terminamos con Pliegos del Noroeste, seguí trabajando en la biblioteca del Nacional durante 33 años y comencé a crear un sello editorial, Buenamontaña. Es el sello regional que tiene más premios nacionales. Imprimí Cantos del gozante de Castilla que obtuvo el Primer Premio Nacional de Literatura, de poesía. De los míos, El tiempo labrador, tuvo la faja de honor de la SADE. Es un sello que está registrado a nombre mío, pero quien quiere publicar tiene que pagarse la edición. En este tiempo yo colaboraba mucho con Clarín, tenía una sección que se llamaba "Provincialísima" donde todos los del interior: Filloy, Dragui Lucero, Rava, sacaron una o dos colaboraciones por mes. El Rector, en el año '88, me hace cargo de la Secretaría de publicaciones que crearon en la Universidad, que no tenía oficina, no tenía nada. Hasta el '93 trabajamos y sacamos 40 libros, con aparatos antiquísimos. No conocía que existía en mí la veta de admistrador. Yo cuanto un poco esto para lo pintoresco...y lo trágico del país, porque así como un jugador de fútbol tiene todo para entrenarse, para lucirse, un escritor no tiene nada, ni tranquilidad, ni sueldo justo. Ahora usted agréguele a eso lo principal, usted tiene una pilita de libros que terminó de imprimir: ¿qué hace con la pilita, quién los distribuye? Si uno no tiene un amigo, los diarios de Buenos Aires lo ignoran totalmente. Con todo eso tenemos que tropezar para seguir adelante, para existir y para expresarnos.
Andrés Fidalgo (1919-2008) |
Acabamos de salir en el segundo tomo de Poesía y Prosa en Jujuy. Me entusiasma la obra de algunos escritores de la región, creo que no está suficientemente valorada, y un primer paso importante es precisamente el ejercicio de la crítica, aguda, inteligente. Por ejemplo, la incorporación en el volumen de los escritores que están trabajando, en los que advertimos señales, con Groppa o con Tizón, ponemos el acento en ellos. Se puede considerar cerrado el período del grupo de Tarja, pero conviene señalar el caso de Tizón, que colaboró, nos impulsó y nos ayudó en todo lo que pudo, y aún cuando no perteneciera al grupo, es un piloto de la narrativa jujeña.
La región del NOA ha sido reconocida desde el años '69 como una región natural bien caracterizada, y como región cultural en 1972. Hay escritores de mucho interés en Tucumán, también tarea que corre en riesgo de estar perdida en La Rioja, en Catamarca, en Santiago del Estero. No son muchos los escritores que hay. No hace mucho murió en España Daniel Moyano. Era un hombre que venía trabajando allí, con mucho esfuerzo, formándose solo.
La región del NOA ha sido reconocida desde el años '69 como una región natural bien caracterizada, y como región cultural en 1972. Hay escritores de mucho interés en Tucumán, también tarea que corre en riesgo de estar perdida en La Rioja, en Catamarca, en Santiago del Estero. No son muchos los escritores que hay. No hace mucho murió en España Daniel Moyano. Era un hombre que venía trabajando allí, con mucho esfuerzo, formándose solo.
Quedaría por verificar en esta región la existencia de una literatura diferenciada de las otras regiones. Aparecen diferencias notorias en el lenguaje y características más situles. Hay variantes acá entre una tradición vinculada con la población aborigen quechua, andinoperuana, incásica, que persiste en la cantidad de vocablos y de giros idiomáticos, en la pronunciación. Es advertible, incluso hoy mismo, como claramente diferenciado del área guaranítica, desde Misiones, Corrientes, parte del Chaco, Hasta la Mesopotamia y también parte de Santa Fe. En los escritores también hay modalidades que lo diferencias con mucha claridad del hablante porteño o bonaerense. En la poesía esto tiene otras muchas sutilezas que permiten también una gama muy amplia. Anda por ahí la opinión que dice que no hay escritores regionales o nacionales, sino que hay buenos o malos escritores, nada más. Se pueden aceptar las dos... Aparte que hay voces, palabras propias de la región, ¿cómo se incorpora todo ese material a una obra literaria y completa un mundo imaginario? Allí está precisamente el oficio que va a permitir diferenciar una buena de una mala obra.
Héctor Tizón (1929-2012) |
Literatura regional de provincia,q valorada, y un primer paso importante es precisamente el ejercicio de la crítica, aguda, inteligente. Por ejemplo, la incorporación en el volumen de los escritores que están trabajando, en los que advertimos señales, con Groppa o con Tizón, ponemos el acento en ellos. Se puede considerar cerrado el período del grupo de Tarja, pero conviene señalar el caso de Tizón, que colaboró, nos impulsó y nos ayudó en todo lo que pudo, y aún cuando no perteneciera al grupo, es un piloto de la narrativa jujeña. literatura de provincias. Tengo una relación con mi lugar como la tiene al árbol con la tierra: el árbol o la tierra no sé si se aman o se odian pero están destinados a convivir, a consustaciarse. De ahí a exaltar el lugar en que se vive, mitologizándolo, me parece un grave error, porque se puede caer eso que se llama el folklorismo.
No he tenido ninguna dificultad para editar en Buenos Aires, de manera que esa especie de carrera de obstáculos que tiene un escritor del interior para que sus libros puedan ser editados, nuca la tuve pero, pero yo sé que hay grandes dificultade, inclusive para los que viven en Buenos Aires. Cuando yo era estudiante, en el año 1953, un viejo librero amigo me dijo: "usted tiene que leer esto", es de un gran escritor que no ha logrado vender dos ejemplares" Era Borges. Es el ejemplo típico de que no existe literatura del interior ni literatura de Buenos Aires. Borges es un ejemplo vivo de lo que estamos hablando: él es un escritor nacional, como puede ser un escritor francés. Es más amplio el concepto, una persona vive donde puede, le guste o no le guste, es un problema de conveniencia.
No he tenido ninguna dificultad para editar en Buenos Aires, de manera que esa especie de carrera de obstáculos que tiene un escritor del interior para que sus libros puedan ser editados, nuca la tuve pero, pero yo sé que hay grandes dificultade, inclusive para los que viven en Buenos Aires. Cuando yo era estudiante, en el año 1953, un viejo librero amigo me dijo: "usted tiene que leer esto", es de un gran escritor que no ha logrado vender dos ejemplares" Era Borges. Es el ejemplo típico de que no existe literatura del interior ni literatura de Buenos Aires. Borges es un ejemplo vivo de lo que estamos hablando: él es un escritor nacional, como puede ser un escritor francés. Es más amplio el concepto, una persona vive donde puede, le guste o no le guste, es un problema de conveniencia.
En el caso mío, después de andar y andar, a la fuerza o de gusto, uno siempre vuelve con la mente y el pensamiento de escribir lo que conoce. Lo fundamental que hace que yo me quede aquí: primero que todos mis afectos tengo aquí, soy de aquí, y en segundo lugar, en las provincias el tiempo es más barato que en las grandes ciudades. Yo me siento cómodo aquí en donde a lo mejor, no se me reconoce tanto como escritor sino como un señor que hace pleitos en tribunales, pero esto me molesta porque lo uno me da de comer y lo otro me permite disponer de tiempo. Es un problema de elección vital.
Yo tenía primero una especie de mitología del lugar, inconscientemente, pero cuando la necesidad aprieta, uno escribe en cualquier lado y en cualquier condición. Todo el asunto, el ámbito geográfico, el habla para el cual el escritor debe tener el oído muy afinado, lo da el lugar en que ha vivido toda la vida. En cuanto a los temas ya aprendí hace muchos años que en el mundo sólo hay tres o cuatro temas y la literatura se va contando o reiterando: el amor, el odio, la solidaridad, el delito... Lo fundamental no es tanto el tema sino la forma de narrarlo: es lo que hace el arte.
En conclusión, fíjense en el aspecto ése del escritor del interior, un poco sujeto a la cosa telúrica, frente al escritor metropolitano creo que el que más a contribuido a esta aberración es el escritor de provincia porue asume la conducta del colonizado. No existen las metrópolis. Fundamentalmente la tarea del escritor es la búsqueda, lo más honesta posible, de la forma de narrar. Al escribir,nunca va a acertar en un blanco ideal. Así, en el fondo de toda obra de arte está el fracaso. Ahora hay fracasos estupendos.
Tomado de:
DESPINOY, Geneviéve (1995): "Entretiens avec J. Lafforgue, J. Cruz, D. Viñas, A. Fidalgo, N. Groppa, H. Tizón y C. Aparicio" En CARAVELLE 65. Cuadernos del mundo hispánico y lusobrasileño. Instituto plurisciplinario para los estudios sobre América Latina en Touluse. p.227 a 235.