27 junio 2012

Entrevista a Libertad Demitrópulos




"Por el río van y vienen todas las penurias"


Entrevista a Libertad Demitrópulos


-Usted trabaja en sus novelas el interior del país, los elementos, agua, tierra. ¿Cómo es que su escritura se desarrolla en un medio tan alejado del que vive?

-Son elementos conocidos por mí por haber crecido en Jujuy en relación con una naturaleza tan fuerte. Por eso en mi mente están siempre presentes, lo que cambia es el paisaje y las costumbres. Los hombres que están en el norte quieren trasladarse, tanto los extranjeros como los autóctonos. Los del norte desean ir al sur, por ejemplo en Río de las Congojas. Yo me traslado a otro lugar por aquello que dice  Vargas Llosa: el escritor nunca esta satisfecho con lo que lo rodea. Necesita crear un mundo distinto para demostrar que en el que vive no se siente conforme. Pintar otro. Allí quisiera vivir aunque éste tamibién sea terrible pero no desea la realiad inmediata, la detesta, por eso se dice que un escritor es mentiroso. En sus libros no pinta su propio medio o realidad sino uno que se fabrica y con eso está demostrando la disconformidad, creo que eso es lo que me pasa a mi.

-En sus novelas hay saltos en el tiempo y cambio de punto de vista de los narradores ¿A qué se debe?

-Cambio el narrador y cambio los planos temporales. En La Flor de Hierro hay dos planos, el plano actual y el histórico, los que lo une, el elemento unitivo, es el lugar. Es el mismo sitio sólo que en distintos tiempos que están relacionados por le memoria de la gente. El pueblo de Medina existe y recuerda a sus antepasados de hace cuatro siglos. Era un pueblo floreciente y ahora se está muriendo de sed; se extingue a causa de la falta de agua. Despues de escribir la novela, fui y encontré un pueblo exactamente igual al que habia imaginado.

-En la Flor de Hierro, al comenzar con la época de Medina tiene acápites con letras en cursiva, ¿cuál es el motivo?

-Hubo un acontecimiento importante. Al conquistador Francisco de Aguirre la Inquisicioó lo lleva a juicio. Era un luchador muy valiente y como todo conquistador va de aquí para allá, y entre otras ciudades funda Santiado del Estero. Es una época de mucha envidia y como el es un personaje exhuberante y extrovertido, vocifera contra la iglesia. Dice: "Yo como carne y si la iglesia lo prohibe no vivo yo en tanta flaqueza". Bastó para que le hicieran un gran juicio inquisitorio. Cada parte de la historia comienza con un pregunta -en letra cursiva- que le formularon en el juicio. Las acusaciones son casi textuales, yo las modifiqué un poquito para hacerlas intelegibles porque estaban en castellano antiguo. Antes de que se hagan las preguntas, yo hablo del juicio. Al lector hay que guiarlo un poco porque se puede perder.

-Sus libros tienen un bagaje traído de la poesía.

-Sí, en las descripciones, porque yo empecé escribiendo poesía, puede ser que eso siga influyendo. Pero no todo es netamente poético.
¿Usted cree que en Rio de las Congojas, el núcleo es el río, y en Un Piano en Bahía Desolación es el mar?
  
-Sí, todo empieza y termina con el río. cuando se destruye Buenos Aires, tanto Pedro de Mandoza como Juan de Garay, suben por el río hasta Asunción y por el bajan, porque el plan de Buenos Aires era fundar el puerto de Santa Fe. Por el río van y vienen todas penurias, todas las congojas. Sufren mucho porque, a los que se quedan, también los castiga con sus frecuentes crecientes. En Un Piano en Bahía Desolación es el mar y el piano es el elemento poético. Un elemento extraño que viene de Europa. No tiene nada que ver con América, viene y se incrusta. Gin Whisky llega caminando y escucha la música y hasta en el ultimo capítulo cuando el piano es destruído hay un intento de eliminar toda la influencia europea puesto que el piano es Europa. Es el símbolo del extranjero que viene a matar a los indios, a estropear. El piano envuelve y fascina al personaje del indiecito a quien las indias le dice que dentro está el diablo. Es una caja de recuerdos vanos. Esto sucede a principios de siglo, época de pestes traídas del extranjero. Isidoro se cura la suya e intenta desligarse de ese mundo lleno de conflictos de la vida moderna, a esto se suma la fascinación de su hijo por el piano; entonces tira lo papeles, la letra y destruye el piano. El piano representa la poesía dentro del mar, es emblemático. La imagen del mar es el universo.

-Todas las historias que se van presentando son un pretexto para mostrar el medio.

-Sí, para ir viendo esas aguas, esas islas, al extranjero que llega. Un tanto ambiciosamente intento hacer un friso del país con las distintas regiones. Prácticamente ya las tengo todas. Río de las Congojas es la Mesopotamia, Un Piano en Bahía Desolación, el sur, La Flor de Hierro, el noroeste. Así a grandes manchones. Lo último, no publicado, es toda la región del noroeste -Chaco, Formosa, Corrientes-, otra región fascinante. Se titula La Mama Coca, hace referencia al narcotrafico. Es una novela terminada hace tres años, estoy buscando editor y no consigo. Todo eso es lo que me lleva a ser una escritora no regional. Algunos escritores provincianos dicen que hay que escribir nada más que de su región. Yo escribo sobre regiones a las que nunca fui y creo que iré. Una forma de crear un clima con el lenguaje, un clima de época.

-¿Se puede crear un clima a partir del lenguaje?

-Parte de ese lenguaje, muy semejante, lo escuché de mi abuela que era salteña, descendiente de españoles. En el interior todavía se conservan en la lengua ciertos decires que me quedaron en el oído. Están presentes la forma de hablar de mi abuela, otro poco inventado y otro poco de la lectura de los españoles. Ese es el resultado que ayuda a crear el clima. En el caso de Héctor Tizón, crea el clima con la influencia de la luz. La luz desnuda todo lo terrible que hay en el norte. No se puede tapar la pobreza, el abandono, el estado en que está el hombre en este momento. Las crueles provincias eran aquellas que peleaban. De un poema de Borges sacó las palabras Tizón. Dice el Poema Conjetural: "Yo, Francisco Narciso de Laprida, cuya voz declaro la independencia de estas crueles provincias, derrotado huyo hacia el sur por arrabales últimos". Tizón afirma: "Qué distintas esas crueles provincias que peleaban a muerte por el trabajo, por la gente, por la tierra, por sus bienes". Esta luz, hoy muestra todo su abandono, se ven sombras. Esos hombres que pelearon tanto, hoy son sólo sombras, por eso la luz es tan importante.

-Usted a veces trata de despistar al lector.

-En Río de las Congojas de entrada ya se dice que Isabel Descalzo murió en Asunción rodeada de gatos, pero después resulta que sigue su historia porque viene a buscar al hombre y se queda con él. Lo que yo quiero es que el lector piense: ¿cómo, ésta no se había muerto?, ¿dónde esta la verdad? Es la influencia de la novela de aventuras, donde al héroe lo matan en una batalla y en el capítulo siguiente aparece vivo.

-Su narrativa produce la sensación del flujo y reflujo del agua.

-Es el pensamiento que se reitera de una manera y otra como si fuera una ola. Son voces del que va narrando, que no siempre es la misma persona como el personaje de la Conchuda que vuelve, pero es en el recuerdo del que va narrando. En Un Piano en Bahía Desolación, la protagonista después del homicidio de su amante se va a Inglaterra porque era lo que ansiaba, y después de la tercera parte del libro vuelve a aparecer en la palabra de Gin Whisky, y el personaje se instala como presente.

-¿Usted cree en la salvación por la escritura?

-Creo que fue mi misión en la tierra, mi finalidad. Si tenes un mundo que no te agrada, vas creando otros, sino uno se vuelve loco. Es la salvación como sentido de vida. Me ayudó mucho, para mí fue un destino.







Tomado de:
BARLETTA, Angélica y SANTIAGO M. Cristina: "Entrevista a Libertad Demitrópulos". En: Revista El Desierto. Año II, n°2, Bs. As. 1996.